Decoraciones esculpidas en la Sainte-Chapelle

Sainte-Chapelle de paris, médaillon de saint Sébastien

La escultura está por todas partes en la Sainte-Chapelle.

Una decoración refinada

Tómese su tiempo para admirar la decoración esculpida que, gracias a los maestros constructores de la Edad Media y a los restauradores del siglo XIX, magnifica la suntuosa arquitectura del monumento.

Aunque la Virgen con el Niño del portal de la capilla inferior es una obra del siglo XIX del artista Geoffroy-Dechaume, recuerda la belleza y la gracia de sus predecesores medievales.

En cuanto al Cristo bendiciendo, del mismo artista, apoyado en el sobremantel del portal de la capilla superior, recuerda la suave solemnidad del Beau Dieu de la catedral de Amiens.

Sainte-Chapelle de Paris détail de la statue de la Vièrge à l'enfant
Bernard Acloque - Centre des monuments nationaux

Los artistas del siglo XIII que esculpieron el centenar de capiteles y consolas de la capilla superior demostraron un agudo sentido del naturalismo.

Si es usted botánico, se dará cuenta de la profusión y variedad de plantas que decoran los capiteles de la capilla mayor: cardos, ranúnculos, espinos, enredaderas, acebos e incluso rosas, muy diferentes entre sí. De vez en cuando, entre las sombras de estas esculturas, se cruza un pájaro con muletas o un animal fantástico. Espejos de la naturaleza, atestiguan el asombro perdurable del hombre del siglo XIII ante la Creación.

Sainte-Chapelle de Paris détail d'un chapiteau — DR - Centre des monuments nationaux

Por último, 12 estatuas, apoyadas en los pilares que sostienen la bóveda, son los apóstoles, verdaderos pilares de la Iglesia.

Cada figura sostiene un disco marcado con la cruz: estas cruces recuerdan la consagración de la capilla. Algunos están descalzos, como Dios o Cristo, la marca de la divinidad en la tradición iconográfica del siglo XIII mientras que otros tienen los pies cubiertos por sus excesivos ropajes. Son ejemplos notables del estilo gótico "clásico" que floreció en la época de San Luis.

Los apóstoles son apodados "filósofo" o "melancólico". Pocos de ellos son identificables, pero reconocerá a San Pedro portando la llave y la cruz, a su lado en el ábside, a Pablo, portando una espada, y a Juan, el más joven e imberbe, con una sonrisa llena de ternura.